martes, 25 de enero de 2011

Puertas



Puertas. Porque son puertas, ¿no?
No son lineas situadas en el espacio para encontrar una relación con el cuerpo y la mente. No es una estructura espacial que nos lleva a imaginar un objeto con el cual convivimos diariamente, y a partir del cual nos hemos formado una imagen siguiendo nuestra experiencia personal, basada en la travesía por su interior, su envoltura conceptua
l, sus limitaciones, la capacidad de transformación del aire y su clasificación mediante esa idea preconcebida hacia el objeto.

El modelo de linea utilizada convoca una imagen externa por la cual el espectador se ve sumido en una performance mental en la que se ordena el espacio a partir de la experiencia personal con el objeto que el icono representa.
Se trata de una descontextualización de la figura con el fin de manipular la relación entre espectador y obra aprovechando la iconografía empírica de la persona.

De ese modo, se divide el aire entre dentro y fuera, marginando espacios y creando la relación corporal a partir de la convocatoria del propio cuerpo del que mira, que atraviesa ese límite como cientos de veces hizo anteriormente; sumado a la posibilidad de volver a repetir, esta vez, de una forma física.